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Noticias 2017

Elemo y Lino
Viernes 30 de abril de 2021

Elemo y Lino

Trabajo en la administración pública e intelectualidad negra en el pensamiento de mediados del siglo XX

Los dos desempeñaron labores en la órbita estatal. Elemo fue portero en el Museo Histórico Nacional y Lino en el Ministerio de Instrucción Pública. Ambos pertenecieron a colectividades y asociaciones negras de intensa labor en el periodismo, la cultura y la política de nuestro país entre 1920 y 1960.

Los dos desempeñaron labores en la órbita estatal. Elemo fue portero en el Museo Histórico Nacional y Lino en el Ministerio de Instrucción Pública. Ambos pertenecieron a colectividades y asociaciones negras de intensa labor en el periodismo, la cultura y la política de nuestro país entre 1920 y 1960. 

De acuerdo a Hernán Rodríguez1, investigador referente a la historia de la intelectualidad afrouruguaya del Centenario (1925-1930), las tareas que realizaron en la administraciòn pública, se ubicaron en los escalafones más bajos y no fueron bien remuneradas pero les ofrecieron cierta estabilidad económica para dedicarse al activismo, a la producción intelectual y la generación de conciencia social.

De ellos se conserva documentación en el archivo administrativo (Casa Rivera), en la Hemeroteca (Casa Montero), y en el archivo Pablo Blanco Acevedo (Casa Lavalleja) de nuestro Museo. En esta oportunidad nos centraremos en la figura de Elemo Cabral y en las próximas semanas publicaremos el segundo capítulo dedicado a Lino Suárez.

Uno de los nuestros. Elemo Cabral, funcionario del Museo Histórico Nacional

En el archivo administrativo relativo a personal del MHN se conserva el legajo del ex funcionario Elemo Cabral. En la portada de una carpeta amarillenta puede leerse su nombre y apellido en letra manuscrita escrita con fibra negra. En su interior, aparecen 35 fojas en las que se revelan unas pocas líneas de su pasaje por la historia institucional, que tuvo lugar entre 1940 y 1954 durante la Dirección de Pivel Devoto. 



Portada del legajo laboral de Elemo Cabral y ficha de registro e ingreso al Museo en noviembre de 1940. Legajo de funcionario. MHN- Archivo Administrativo.

Según los datos  de su ‘ficha censal’, en 1915 ingresó con 28 años a la administración pública. Desde 1919 fue asignado al Museo Histórico. Sin embargo, existe un vacío de información durante 20 años. 

Recién en 1940, se identifica un expediente (nº 187, 19/11/1940) con Resolución del Ministerio de Instrucción Pública y Previsión Social que señala: “vuelva al desempeño de sus funciones titulares, el portero de ese Museo, don Elemo Cabral, que se encontraba adscripto en Comisión del Servicio, en el Museo de Historia Natural2. El trámite se completa y efectiviza con firma de las distintas partes involucradas. 


Detalle de notificación ministerial en el expediente nº 187 del 19/11/1940 con firma de Elemo Cabral. Legajo de funcionario. MHN- Archivo Administrativo.

Siendo un hombre de mediana edad radicado en el Paso Molino, con una trayectoria intelectual reconocida a nivel nacional e internacional, Elemo se (re)incorpora a nuestra institución, bajo la dirección de Juan Pivel Devoto, y permanece en ella hasta su retiro en 1954.

En la mayoría de fojas de su historial se observan notas vinculadas a sus ajustes salariales, detalles de asistencia (presentismo en términos actuales) y solicitudes de licencias.

En lo que respecta a su remuneración, las pagas mensuales en pesos fueron: 60 en 1945, 115 en 1948, 160 en 1951, y alrededor de 170 al momento de su retiro. 

A modo de ejercicio comparativo, según estudios de salarios relativos a historia económica de nuestro país (1930-1950), el investigador Jorge Notaro3 señala que en el ámbito privado, un obrero con algún grado de calificación en 1945 cobraba 72 pesos y en 1950 alcanzaba los 94. Contrastando datos estadísticos y analizando información a través del tiempo, el autor sostiene que esta última cifra equivale a 968 dólares de 2011. Con un promedio de cotización anual de 1 dólar a 19,7 pesos uruguayos en este año y aplicando una cuenta matemática sencilla (regla de tres), observamos que el salario de Elemo en su etapa laboral final equivale a $32.400 aproximadamente de 2011.     

Por otra parte, en relación al régimen de asistencia su registro es intachable con sólo 2 faltas justificadas por situación de duelo en 1946. Entre 1943 y 1953 realizó 8 solicitudes de licencia, 4 corresponden a las vacaciones reglamentarias de 20 días (diciembre de 1943 y abril de 1953, febrero y julio de 1954), 3 se enmarcan o vinculan con la semana de carnaval en febrero de 1948, 1951, 1953, y 1 es un pedido puntual por motivos particulares en marzo de 1944. 

El último tramo del legajo refiere a trámites de su cese en la administración pública. A propósito, en julio de 1953 Juan Pivel Devoto eleva una nota al Ministro Justino Zavala Muñiz con la renuncia presentada por Elemo a la institución. El 28 de julio de 1954 el Poder Ejecutivo emite resolución en la que acepta la decisión del funcionario, y los beneficios que le corresponden por ley nº 11.923, para solicitar su pasividad como afiliado a la Caja de Jubilaciones y Pensiones4. El 7 de julio tuvo su última licencia anual reglamentaria. El 31 de este mes dejó su cargo. Finalmente, el 24 de agosto fue declarado jubilado civil.


Foja del legajo laboral de Elemo Cabral con nota de Juan Pivel Devoto con detalle de salarios y aportes para trámite de su renuncia y jubilación. Legajo de funcionario. MHN- Archivo Administrativo.

Posdata: Nombre, identidad y regularizaciones administrativas

Próximo al trámite de retiro, encontramos una nota de Pivel Devoto dirigida a Elemo Cabral (20 de mayo de 1953), en la que transcribe una resolución ministerial sobre la solicitud del funcionario para regularizar la situación de su nombre en la administración pública. Entre 1915 y 1925, figuró como ‘Gilberto’ y posteriormente se lo reconoció legalmente como ‘Elemo’. Este aspecto estuvo relacionado de algún modo con los datos de inscripción en sus registros civiles (por ej. la credencial de votación). A propósito citamos un párrafo del legajo: 

“Ministerio de Instrucción Pública, Montevideo, Agosto 6 de 1925. -VISTA la nota de la Dirección del Archivo y Museo Histórico Nacional relacionada con la situación del portero de esa institución Don Gilberto Cabral. -RESULTANDO, que dicho señor viene figurando en esa repartición con el nombre usual de Gilberto, tal como acostumbra a firmar y llamarse, y su credencial cívica, cambia su nombre por el de Elemo, que es el verdadero. -CONSIDERANDO, que la situación del referido funcionario no es normal debiendo regularizarla a fin de que pueda seguir ejerciendo el cargo sin ningún impedimento legal.-El CONSEJO NACIONAL DE ADMINISTRACIÓN RESUELVE: Declarar que el nombramiento efectuado al 16 de octubre de 1915 a favor de Gilberto Cabral, debe entenderse a nombre de Elemo Cabral, por tratarse de la misma persona, quien ha solicitado la rectificación del caso.” 

Lo cierto es que, en otros ámbitos de su accionar también puede rastrearse el renombramiento. En la Revista “Nuestra Raza”, en la que fue director responsable durante 15 años, se advierte el mismo cambio. En un par de números de 1933 apareció como ‘Gilberto’ pero inmediatamente después (y de forma sostenida en el tiempo), se llamó ‘Elemo’. 

Puertas afuera. Elemo, referente del pensamiento político afrouruguayo 

Elemo formó parte de dos generaciones de jóvenes letrados afrouruguayos de fines del siglo XIX y principios del XX. Escritores, periodistas, artistas, autodidactas, con un oficio o una profesión universitaria, y un particular interés asociativo. En la primera mitad del siglo XX este grupo colocó a la prensa negra de nuestro país5 en un lugar muy destacado dentro de América Latina.

En este marco integró el Círculo de Intelectuales, Artistas, Periodistas y Escritores Negros (CIAPEN) fundado en 1935. Además, fue director de la Revista mensual “Nuestra Raza”6, autodenominada en sus orígenes: “órgano de la comunidad de color” (1917). Entre 1933 y 1948 con esta responsabilidad editó 181 números junto a Ventura y Pilar E. Barrios. En la Hemeroteca del Museo Histórico Nacional (Casa Montero), se conservan unos cuantos ejemplares que les invitamos a consultar con agenda previa7

De acuerdo a la historiografía actual8 este medio tuvo un rol educativo fundamental para el colectivo negro que buscaba estar informado e instruirse, teniendo en cuenta las dificultades e imposibilidades de acceso al sistema de enseñanza formal. A propósito, Karla Chagas cita a los hermanos Esperanza y Ventura Barrios en la primera época de “Nuestra Raza” con el llamamiento a la lectura e instrucción: “que penetre en cada hogar un rayo de esa luz que se llama instrucción tan necesaria en estos lustros de progreso y civilización” (2009:9)9.

En el segundo período de la revista participaron numerosos colaboradores como Salvador Betervide, Lino Suárez Peña, Carlos Cardozo Ferreira, Feliciano Barrios, Mario Rufino Méndez, Selva Escalada, entre otros. Se publicaron“secciones dedicadas a la literatura, teatro, actividades sociales, deportes, noticias internacionales, reportes del interior del país, todas siempre vinculadas o de interés para la colectividad”(Oliva, 2019: 184)10

Pero la clave del accionar editorial, con Elemo a la cabeza, se centró en el compromiso ideológico y político respecto al tema de la negritud a nivel nacional e internacional.


Portada de Revista “Nuestra Raza”, Año III, Núm.33, Montevideo, Abril de 1936, MHN-Hemeroteca

En el ámbito global, las décadas de 1930 y 1940 estuvieron marcadas por los avances del totalitarismo europeo (nazismo, franquismo, fascismo italiano) y latinoamericano, los embates de la Segunda Guerra Mundial, el colonialismo e imperialismo. En lo local, la dictadura de Gabriel Terra (1933-1938) sumó su cuota a este panorama crítico y represivo.  

Como resultado de la conmoción general, los movimientos y organizaciones sociales de todo el mundo tomaron posición. En el caso uruguayo, la prensa afro se expresó repudiando situaciones como la invasión de Benito Mussolini a Etiopía11 y apoyó la resistencia del pueblo etíope. Además se fortalecieron las redes o asociaciones de colectivos a nivel internacional. 

A propósito, aporta la investigadora Mónica García que hay “coincidencias notables” entre los colectivos afrouruguayos, sus pares latinoamericanos y los movimientos negros de Estados Unidos, en relación a los discursos y las formas de pensarse así mismos. 

Estas huellas e intercambios, se revelan a través del ejemplo de Elemo Cabral. Por un lado, en su pensamiento fue referente el líder afronorteamericano Booker T. Washington (Rodríguez, J., 2006)12, y por otro, el propio Cabral fue influyente con su escrito “The Negro Race in Uruguay” , publicado en la compilación “Negro” (1934) de la activista británica Nancy Cunard sobre la situación de estos colectivos en distintos puntos del planeta.   

Según García en este tiempo existe una “conciencia histórica de negritud” a nivel mundial (2019: 211). En Uruguay (y otros países) ésta se articula y entrecruza con el marca de clase13: “Entre las ideas que circularon se pensó la raza en su relación con la clase. El racismo hacia el afrodescendiente ¿era por su situación social de pobre o por un prejuicio hacia el aspecto físico o cultural del negro? ¿Por qué un negro debía ser antifascista? Estas interrogantes estuvieron presentes en las reflexiones de la comunidad afrouruguaya a la par de las distintas acciones emprendidas contra la exclusión, la discriminación, el prejuicio, el racismo y el despotismo.”(García, 2019: 211)14

En lo local, “Nuestra Raza” fue plataforma para la difusión de ideas y proyectos de representación en las arenas partidarias de gobierno. Desde allí, en 1936 surgió el Partido Autóctono Negro (PAN), con Elemo Cabral como uno de sus miembros fundadores y principales impulsores.


Portada de “Nuestra Raza”, Año IV, Núm. 44, Montevideo, Marzo de 1937, MHN-Hemeroteca.
Reproducción de una hoja de votación del PAN. Portada de “Nuestra Raza”, Año V, Núm. 55, Montevideo, Marzo de 1938, MHN-Hemeroteca.

En las elecciones de 1938 el PAN se postuló a las elecciones nacionales bajo el lema “Nuestra Raza”. Entre los candidatos de la lista están la mayoría de colaboradores de la Revista, cuyos nombres pueden leerse en la imagen antecedente.

Entre las reivindicaciones principales de esta facción política aparecen aspectos ligados al ascenso social, culturales, reivindicativos y la expectativa de lograr un representante en la bancada nacional. 

La lista obtuvo menos de 100 votos, una escasa adhesión como la tuvieron otras agrupaciones disidentes (por ej. el Partido Independiente Demócrata Feminista), alternativas al bipartidismo tradicional. 

En 1944 el Partido se disuelve. A propósito Elemo Cabral notifica la situación (y el derrotero de los bienes materiales de la agrupación) en un artículo publicado en “Nuestra Raza” del mes de julio. Unos años después, en 1948, la Revista cesa abruptamente sus comunicaciones. 


“Nuestra Raza”, Año XI, Núm. 131, Montevideo, Julio de 1944, Biblioteca Nacional-Hemeroteca.

La figura de Elemo Cabral abre puertas para un análisis más extenso. En este, merecen especial atención los aportes del intelectual sobre el papel del colectivo afro en la construcción del relato nacional e identitario en el marco del Centenario (1925-1930), y su reivindicación de la figura de Ansina como ‘soldado artiguista’, fundamental en el proceso revolucionario.

Elemo, como otros intelectuales afrouruguayos de su época promovieron la idea de un pasado compartido por la raza, que ofreció cohesión e integración a la comunidad negra en un marco que pendula entre lo nacional y lo internacional. También la experiencia del partido propio  en el PAN reveló las dificultades de sostener un proyecto nuevo y la fuerte adhesión de los afrouruguayos a las banderas blancas y coloradas.

En definitiva, el análisis de la revista “Nuestra Raza”, así como la producción general de estos intelectuales, interesa pues nos permite conocer la opinión de sectores sociales cuya voz ha estado silenciada. La subalternidad, presente hasta la actualidad, merece revisiones con nuevos aportes desde lugares diversos. En las últimas décadas, comienzan a vislumbrarse las contribuciones desde la academia, los movimientos sociales y los museos15

En una segunda entrega, retomaremos el enfoque “desde adentro”, con el pensamiento del servidor público e intelectual afrouruguayo, Lino Suárez Peña. ¡Hasta la próxima lectura! 

 

Texto: Ana Cuesta
Imágenes: Martín Varela | Matías Bernaola

 


1 Rodríguez, H. “Memoria e identidad en el relato histórico de los intelectuales afrouruguayos del Centenario (1925- 1930)”. En: Revista Claves, 5(9), 2019, p.145-173. Ver: https://doi.org/10.25032/crh.v5i9.7, disponible en abril de 2021. 
Para abordar el tema exhaustivamente, recomendamos ver también su tesis de maestría en línea: Rodríguez, H. “Revolviendo los escombros del pasado. Usos del pasado e identidad en el discurso de los letrados negros de Montevideo (1872-1901). FHCE-UDELAR. Montevideo. 2018, https://bit.ly/3vL56Uj, disponible en abril de 2021.
2 En abril de 2021 se consultó a la Dirección del Museo Nacional de Historia Natural (MNHN) sobre el pasaje de Elemo Cabral por esta institución y no se obtuvieron datos significativos. Desde el MNHN se facilitó un artículo del investigador Álvaro Mones, quien sistematizó nombres de trabajadores, colaboradores y amigos del MNHN desde 1837 a 2020. En el mismo no aparecen registros de Elemo, aunque sí de otros funcionarios en la tarea de portería. Se desconoce el motivo de esta ausencia. Nos queda pendiente ampliar la investigación sobre este punto, que excede los objetivos puntuales de este escrito. Para más información sobre el material de Mones, se puede ver: https://www.mnhn.gub.uy/innovaportal/file/3717/1/pe8.pdf, disponible en mayo 2021.
3 Notaro, J. “Los salarios en Uruguay 1930-1950”. En: Revista Am. Lat. Hist. Econ., año 20, núm. 2, mayo-agosto, 2013, pp. 96-120. Ver: https://bit.ly/2QFJ1Yd, disponible en abril de 2021
4 “Artículo 30. Los funcionarios afiliados a la Caja de Jubilaciones y Pensiones Civiles y Escolares comprendidos en los presupuestos que integran esta ley, que tengan causal jubilatoria y soliciten su pasividad, y renuncien al cargo que desempeñan antes del 30 de julio de 1953, obtendrán aquélla tomando como básico el sueldo establecido por esta ley y demás asignaciones computables. En este caso la Caja de Jubilaciones y Pensiones Civiles y Escolares adelantará, a partir del momento de la renuncia y mientras dure la tramitación de la jubilación, una suma mensual igual al último sueldo líquido percibido. El importe de este adelanto será deducido o compensado con los haberes jubilatorios.” Ley nº 11.923, Presupuesto Nacional de Sueldos, Gastos e Inversiones, promulgada el 27/03/1953. Registro Nacional de Leyes y Decretos. Tomo I, pp. 225. Disponible en: https://www.impo.com.uy/bases/leyes/11923-1953/30, consulta en abril de 2021.
5 Algunos títulos periódicos de este período fueron “La Conservación” (1872), “La Regeneración” y “El Porvenir” (1884-1885), “El Periódico” (1889), “El Sol” (década de 1880), “La Propaganda” (1893-1895), “Ecos del Porvenir” (1901), “La Verdad” (1911-1914), “Nuestra Raza (1917, y 1933-1948), “Acción” (1934-1952), “Periódico del PAN” (1937-1938), “Rumbos” (1935- 1945-1948), “Renovación” (1939-1940), “Rumbo Cierto” (1944-1945) y “Democracia” (1942-1946). 
6 La publicación tuvo dos épocas. La primera, muy breve en 1917, estuvo a cargo de los periodistas-pensadores Ma. Esperanza y Ventura Barrios. La segunda, se desarrolló entre 1933 y 1948, con 181 números editados bajo la responsabilidad de Elemo Cabral, Ventura y Pilar E. Barrios.
7 Las solicitudes son bienvenidas y se reciben a través del correo electrónico: museohistorico@mhn.gub.uy
8 Scuro Somma, L. (Coord). AA.VV. “Población afrodescendiente y desigualdades étnico-raciales en Uruguay”. Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en Uruguay (PNUD). Ed. Mastergraf. Montevideo. 2008.
9 Chagas, K. “Culturas afrouruguayas. La lucha por sus derechos y contra la discriminación”. MEC. Montevideo, 2007
10 Oliva, M. E. “Solidaridad racial para la lucha colectiva. Los textos en prensa del intelectual afrouruguayo Isabelino José Gares.” En: Claves. Revista De Historia, 5 (9), 2019, 175–201. https://doi.org/10.25032/crh.v5i9.8, disponible en abril de 2021
11 Ver portada y artículos de "Nuestra Raza", Año III, Nº 29, Montevideo Diciembre 24 de 1935, en nuestra página web: https://bit.ly/3vzMBlE, disponible en abril de 2021.
12 Rodríguez Romero, J. “Mbundo Malundo a Mundele. Historia del movimiento afrouruguayo y sus alternativas de desarrollo”. Ed. Rosebud. Montevideo. 2006
13 Para ampliar sobre conciencia de negritud, clase y marxismo en “Nuestra Raza”, presentes a través de la figura de Rufino Méndez y sus caricaturas en la revista, ver “Cuadernos de Historia 15” publicado en 2012 por la Biblioteca Nacional:https://bit.ly/2QJK09Q, disponible en abril de 2021.   
14 García, M. “Red internacional de intelectuales en la prensa afrouruguaya (1933-1948)” En: Claves. Revista De Historia, 5 (9), 2019, 2013-234, https://doi.org/10.25032/crh.v5i9.9, disponible en abril de 2021

15 A propósito se puede explorar la experiencia del Museo Histórico Nacional de Brasil (Río de Janeiro), que en sus exposiciones destaca el papel de grupos afroamericanos y amerindios a través del tiempo.

Elemo y Lino

 
Ministerio de Educación y Cultura