En el marco del plan de obras en museos de Cultura | MEC, se ha dado inicio con el proceso de restauración de fachada de Casa Rivera, sede principal del Museo Histórico Nacional.

Dichas obras, no solo reposicionan el valor del emblemático edificio, sino que también son de gran importancia para asegurar la preservación de una construcción con más de 200 años de uso continuo.

La casa Rivera

Perteneció en sus orígenes al acaudalado comerciante catalán Cristobal Salvañach quien vivió en la casa junto a su familia. Parte de las dependencias de planta baja fueron utilizadas como depósito y áreas comerciales de los rubros en los que Salvañach participaba. Su esposa Celedonia Wich fue quien heredó la vivienda luego de la muerte de aquél. La propietaria falleció en octubre de 1820 cuando sus esclavas la tiraron al vacío desde el patio rústico.

Fue en la década de 1830 que los herederos de Celedonia vendieron a Fructuoso Rivera la propiedad compuesta en ese momento de “once piezas de alto y cinco almacenes bajos”. La casa fue sobre todo alojamiento de su esposa, Bernardina Fragoso, quien fundó en sus salas la Sociedad Filantrópica de Damas Orientales y organizó aspectos vinculados a la vida pública de Rivera mientras aquél se encontraba en campaña.

Luego de varias hipotecas la titularidad del bien pasó a manos de Bernardina quién decidió su venta a fines de la década de 1840.

Sus nuevos propietarios Eulalia Calvo y Francisco José de Mallo desarrollaron algunas obras entre las que se destaca el mirador de base octogonal, aspecto que terminó de consolidar la imagen que tenemos de la construcción. Al poco tiempo la propiedad pasó al comerciante gallego José María Estévez, quien sumó un oratorio en la planta alta. Varias generaciones de esa familia habitaron la casa y establecieron en ella negocios.

El acceso principal por calle Rincón y la finalización de la construcción del segundo nivel son incluidos en el registro de la fachada realizado por el Ing. Juan A. Capurro entre 1867 y 1871. No obstante ello y como se puede apreciar en varios registros gráficos, hasta probablemente mediados de la década de 1910 se conservaron las entradas en la esquina de Rincón y Misiones.


Vista de la Casa Rivera tomada desde el actual edificio de la Bolsa de Montevideo. La foto se corresponde posiblemente a la década de 1950. Hacia la calle Zabala se aprecia el estado ruinoso del muro del baldío que será recuperado como fotogalería. Ya no aparece la chimenea y la cúpula del mirador luce tal cual en la actualidad


Luego de la fundación en 1911 del Banco de Seguros del Estado, albergó su sede central y durante un tiempo en la planta baja su servicio médico. En 1942 se trasladó allí el Museo Histórico Nacional, ubicado en ese entonces en la antigua vivienda del coronel Pedro de León, en la esquina de las calles Minas y Colonia, donde actualmente funciona un centro educativo.

La instalación se concretó por la mudanza del BSE a un nuevo edificio en la calle Agraciada y permitió mantener la vivienda ya que el banco pensaba demolerla.

Las etapas

Ya se concretó una primera etapa diagnóstica, en la que se analizaron, entre varios aspectos: la composición de los revoques, estudio de acabados de albañilería, tratamiento de herrería y carpintería y patologías que afectan a la fachada.

Luego de evaluados los resultados obtenidos, se ha puesto en marcha un plan que atiende cada una de las patologías localizadas.

 


Casa Rivera. Etapa de armado de los andamios. 

A nivel operativo, se han tomado las previsiones necesarias para ofrecer la seguridad de circulación de peatones y visitantes, garantizando la actividad del museo a lo largo de la duración de las obras.

Estas actuaciones, implican la consideración de la condición patrimonial del edificio, declarado Monumento Histórico Nacional en 1975, lo que demanda un cuidado especial en la obra para preservar sus aspectos característicos tanto desde el punto de vista formal como constructivo.

 


Vista de la fachada de la casa por su acceso principal sobre calle Rincón.

El plan incluye la recuperación de los muros contiguos al Museo y que se extienden desde calle Rincón y hasta Zabala donde se instalará una fotogalería. Esta iniciativa tiene como objetivo generar un nuevo espacio de exposición al aire libre que se vincula a proyectos similares de la institución.


Obrero durante el trabajo sobre la azotea de la casa.

El seguimiento de las obras está a cargo del Área de Conservación Edilicia de la Dirección Nacional de Cultura, bajo la coordinación del Arq. Jorge Sierra.

 

 

Viernes 1 de Febrero de 2019
Ministerio de Educación y Cultura