Hoy, 19 de abril de 2020, hace 195 años que un grupo en su mayoría orientales, llegaron desde la costa de Buenos Aires hasta una pequeña playa del actual departamento de Soriano, con la intención de reunir apoyos con que dirigirse a Montevideo, centro de la Provincia Cisplatina, y disputar el dominio de esta banda al Imperio de Brasil.

El jefe de la expedición fue Juan Antonio Lavalleja, quien junto a otros líderes locales consideraba necesario recuperar el dominio del territorio al oriente del Río Uruguay y organizarlo políticamente como parte de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Lo mismo se había intentado algunos años antes sin éxito. En esta oportunidad el grupo logró avanzar y ganar aliados como Fructuoso Rivera, oficial al mando del ejército brasileño que venía a combatirlo. Luego de varios enfrentamientos, la provincia se independizó del Imperio de Brasil, siendo primero parte de las Provincias Unidas del Río de la Plata, y años más tarde una república independiente.

Por ello, los relatos históricos destacaron este hito, el desembarco en la playa de la Agraciada, como el comienzo del proceso definitivo de independencia nacional, jerarquizando el carácter heroico del hecho. En ese marco, entre 1875 y 1878, Juan Manuel Blanes pintó el cuadro histórico conmemorativo de grandes dimensiones llamado “El Juramento de los Treinta y Tres Orientales”.

La imagen del cuadro, recreada por Blanes a partir de relatos, posiblemente observación del lugar y elementos de la pintura alegórica clásica, representa el momento de llegada de los patriotas a la playa y el juramento que podrían haber realizado allí de adhesión a la causa de la libertad. Como buen pintor de historia, Blanes se asesoró para hacer la imagen muy verosímil, incorporando elementos del paisaje y rostros similares a los de los protagonistas reales, pero también le dio un carácter alegórico y solemne que colaborara a reforzar la identidad nacional.

A tal punto se convirtió en un hito visual de la historia del país y de la lucha por la libertad, que se ha citado en muchas publicaciones, así como en otras obras de arte hasta la actualidad y se ha utilizado para los fines más diversos, como por ejemplo la publicidad de cigarrillos.

Fumar tabaco fue un hábito muy extendido en los siglos XVIII y XIX, tanto entre los sectores acomodados como entre los populares. Hacia 1880 se dieron dos transformaciones en el comercio de tabaco: además del tabaco picado y el papel para armar los cigarrillos, comenzaron a venderse cajas de cigarros ya armados. Los cigarrillos eran fabricados en establecimientos del país, mayormente de Montevideo y en ellos trabajaban principalmente mujeres. Los envoltorios contenían publicidad impresa, siendo este el principal rubro comercial que utilizaba este medio en aquella etapa.

Es así que, como objetos de consumo, los cigarrillos comenzaron a ser medio para la circulación de imágenes de diversas maneras. Era frecuente que las empresas obsequiaran pequeñas fotografías en las cajillas, en general retratos de artistas y figuras de renombre, así como escenas callejeras, que podían colocarse en álbumes especialmente diseñados para este fin, como el que promocionaron los “Cigarrillos Londres” producidos en Uruguay.

 


                  Publicidad de cigarrillos armados "La Paz" de Domingo Fernández. Sin dato de fecha

 

Pero la ilustración también se utilizaba en los envases, donde figuraban tanto el nombre del establecimiento como la “marca” y una imagen alusiva, que resultara positiva o confiable, animando al consumo. Muchas de estas imágenes se relacionan con el imaginario alegórico e histórico uruguayo republicano, constituyendo esta una manera de difundir conceptos valorados por la sociedad oriental.

Marcas como “Habanillos Independencia”, o “cigarrillos La Paz” mostraban en la pequeña caja las alegorías tradicionales, de una mujer espada en mano, alzando las cadenas rotas, pisando con sus pies los atributos de la monarquía (cetro y corona) o bien una mujer que llevaba en sus manos ramas de olivo, parada triunfante sobre un conjunto de armas.

 


Publicidad de cigarros de hoja "Los 33". Álbum de Litografía Oriental de Alfred Godel. Década de 1880-1890 (aprox.). Litografía sobre papel, 16 x 20,5 cm. Museo Histórico Nacional/Colección Iconográfica

 

 
Publicidad de cigarrillos "Grito de Libertad". Álbum de Litografía Oriental de Alfred Godel. Década de 1880-1890 (aprox.). Cromolitografía sobre papel, 19,3 x 9,8 cm. Museo Histórico Nacional/Colección Iconográfica.

 

La reproducción que se observa en estas piezas del óleo de Blanes “Juramento de los treinta y tres orientales” se produjo en ese marco. Las piezas pertenecen al álbum de la Litografía de Alfred Godel, que forma parte de la Colección Iconográfica del MHN.

 

Texto:
Lic. Clara von Sanden

 

 

Viernes 12 de Abril de 2019
Ministerio de Educación y Cultura