Hoy, 19 de agosto de 2019, hace ciento ochenta años que se realizó la presentación pública de un invento revolucionario: el daguerrotipo. El astrónomo y político francés François Arago, que para ese entonces era secretario permanente de la Academia de Ciencias de París, presentó en una sesión abierta al público lo que era una novedad para la ciencia en este momento: el desarrollo por parte del inventor Jacques-Louis Mandé Daguerre de un mecanismo para captar y mantener en una placa una imagen generada por la sola acción de la luz.


François Arago presenta el procedimiento del daguerrotipo inventado por Daguerre, durante una sesión pública en la Academia de Ciencias, el 19 de agosto de 1839. Ilustración de Yan Dargent publicada en el trabajo de Louis Figuier, Les Merveilles de la science ou description populaire des inventions modernes (volumen III, 1867).

Más aún que la noticia de París, lo que posiblemente causó mayor expectativa entre los interesados en temas científicos en Montevideo fue la novedad de la llegada de esta tecnología a costas americanas a partir del arribo de la barca L’Oriental a Río de Janeiro.

Allí el capellán conocido como "abate Comte" realizó una demostración pública del procedimiento del daguerrotipo con presencia de la familia imperial brasileña en el Hotel Pharoux, frente al Palacio de Boavista y al Largo do Paço (actual plaza 20 de setiembre). Esta demostración estaba pensada como generación de un nuevo monumento, un objeto de carácter conmemorativo que exhibiera al público la maravilla del invento, y lo legitimara por medio del registro de un espacio icónico.


El Nacional, 3 de febrero de 1840.

 

Louis Comte

El responsable de hacer estas pruebas frente al público era un religioso, Louis Comte. Comte nació en junio de 1798, siendo hijo de Rosalie Bossy y Charles Comte, en la ciudad de Nantes, Francia. Su padre era un alto funcionario de la administración bonapartista. Como otros jóvenes de familias acomodadas, ingresó en el Seminario de la ciudad de Autun, donde se ordenó sacerdote.

Era una “persona de un metro sesenta y cabellos castaños” cuando se enroló como capellán de la “escuela flotante” del capitán Augustin Lucas a bordo de L’Oriental, donde se encargaba de la asistencia espiritual y de dar lecciones de religión, canto y música a los alumnos. Se sabe que Lucas le encomendó asistir a las explicaciones del mismo Daguerre para aprender la reciente técnica del daguerrotipo, que estaba siendo presentada en Francia.

Comte partió a bordo de L’Oriental en 1839 y fue el encargado de realizar las tres presentaciones públicas del daguerrotipo que se hicieron con el aparato que la embarcación llevaba. Las crónicas de estas presentaciones lo aluden como “abate” Comte (también Compte o Combes), debido a que la palabra francesa “abbé” se utilizaba tanto para referirse a un abad como a un sacerdote secular, como era su caso.


Documentación del Consulado francés en Montevideo, año 1841.

 

La expedición L’Oriental-Hydrographe

L’Oriental-Hydrographe fue una expedición pedagógica y mercantil a bordo de un navío de tres mástiles llamado L’Oriental. Tenía como cometido capacitar a jóvenes franceses y belgas para la marina mercante de sus países, durante unos dos años aproximadamente. Llevaban docentes encargados de perfeccionar a los estudiantes principalmente en lenguas extranjeras y conocimientos de marina y comercio. El barco llevaba setenta y un personas, entre las que había cuarenta y dos alumnos franceses y doce belgas.

El capitán Augustin Lucas, de quien surgió la idea, había conocido a Daguerre y estaba interesado en llevar un daguerrotipo en el viaje, incluso llegó a retrasar la partida de L’Oriental para que Louis Comte, capellán del barco, aprendiera la técnica con Daguerre. Según María Inés Turazzi, se trató de la primera expedición fotografiada en la historia. 

Además del daguerrotipo, la expedición llevaba otros aparatos novedosos como un fisionotrazo (aparato para dibujar perfiles precisos), y un destilador de agua, que permitía abastecer de agua potable aprovechando el agua del mar.

L’Oriental partió de Paimboeuf, en las cercanías de Nantes el 25 de setiembre de 1839, apenas dos semanas y media después de que las placas, aparatos y sensibilizadores entraran en el comercio.

El navío pasó por Lisboa (Portugal), donde los alumnos desfilaron uniformados y se realizó un ensayo de presentación del daguerrotipo ante la presencia de la reina María II, que no tuvo éxito. Según la correspondencia de los pasajeros del viaje, se sabe que hubo ensayos de la técnica en otros lugares como Gorea (frente a Dakar), Madeira, Tenerife y Bahía.

Más adelante, la expedición pasó por Río de Janeiro, como se mencionó más arriba, adonde llegó el día de navidad de 1839. L’Oriental abandonó la ciudad de Río de Janeiro a fines de enero y partió hacia Montevideo donde se realizó otra presentación pública del daguerrotipo, el 29 de febrero de 1840. 



Trabajos de conservación preventiva y restauración en el taller de restauración del Museo.

Al igual que en aquel entonces, queremos transmitirles la alegría y expectativa de una pronta llegada. El 30 de septiembre próximo, es decir dentro de un mes, el Museo Histórico Nacional va a realizar una exposición para celebrar los 180 años de la fotografía. Se va a tratar de una exposición que combina aspectos de la historia de la fotografía con otros de la historia de la sociedad local que se apropió de esta tecnología, otros de la técnica, el uso y la estética de la fotografía en esta primera etapa y de la conservación en archivo de este tipo de colecciones. Les recomendamos estar atentos también a las actividades educativas que se realizarán en ese marco.




Esta exposición estará basada principalmente en las piezas de la Colección Fotográfica del Museo Histórico Nacional, que conserva más de ciento treinta piezas entre daguerrotipos, ambrotipos, ferrotipos y opalotipos, es decir, fotografías del período inicial (1840-1870 aprox.), que han arribado en distintas etapas en el marco de donaciones y adquisiciones de colecciones y legados de diversas familias y figuras del país. En esta ocasión se cuenta a su vez con la valiosa colaboración de varios coleccionistas, investigadores e instituciones del ámbito nacional y regional.


Muchas de las piezas están siendo revisadas, acondicionadas y documentadas para participar en esta exposición. En esta tarea se combinan trabajos de conservación preventiva y de restauración de estuches en el taller de restauración del Museo, así como de investigación en archivo para conocer y confirmar elementos de contexto en la creación de cada pieza y la vida de sus protagonistas.

Lunes 19 de Agosto de 2019
Ministerio de Educación y Cultura