“Escribo por necesidad aunque lo que yo digo no sea nada
nuevo en la historia del alma”
 

Dora Isella Russell

 

El Museo Histórico Nacional, en una tercera edición de “Ellas en el Museo”, comparte una serie de noticias sobre la presencia de mujeres en las colecciones de la institución (entre sus piezas museísticas, archivos y hemeroteca). 


Este artículo se acerca a la  trayectoria de la escritora Dora Isella Russell Rhode (Buenos Aires, 1925 - Montevideo, 1990) a través de la documentación y objetos que testó al Museo. Considerar en su unidad las cosas que guardó, atesoró y dejó a la posteridad, es una forma poco habitual de profundizar en los universos femeninos del pasado. Más aún si se tiene en cuenta que históricamente en la construcción del acervo del Museo las mujeres generalmente donaron objetos de sus familiares varones y no colecciones de objetos personales, como contiene la de Russell con 73 piezas en total. Su aporte se vincula precisamente con el hecho de haber legado personalmente a la institución una colección que nos habla de su vida  y evidencia aspectos más generales de la historia y la vida de las mujeres en Uruguay en la segunda mitad del siglo XX.

Palabras preliminares sobre la figura y la colección Russell

Russell fue escritora, conferencista, periodista y promotora cultural durante el siglo XX. En su juventud y madurez fue sumamente destacada en la región y en Uruguay. En nuestro país alcanzó a desempeñar la Dirección del Suplemento Dominical del Diario “El Día”, entre 1969 y 1989, y del “Museo y Escuela Cívica Juan Zorrilla de San Martín” de 1972 a 1981. Luego de su muerte su figura pasó al olvido, resultando una escritora desconocida para muchos.

La colección Russell (1), se formó a partir de la donación testamentaria que recibió el Museo en 1991. La cláusula quinta del testamento estableció como legado  los siguientes objetos: “2 cuadros de seda, pintados por la abuela de la causante Lola Rohde [...] condecoraciones y diplomas con que fue distinguida en su vida profesional y 2 muñecas de porcelana” (2). 


Muñeca entera de composición. Articulada por sistema de gomas. Ojos durmientes de lata pintada y boca abierta. Vestida con capelina celeste con puntilla y cinta de raso, acompaña un saco de lana tejido azul, con botones de nácar delanteros y detalles de flores. Sobre el lado izquierdo se lee en bordado punto cruz naranja “Bocha”. Viste en composé falda de lana en crochet celeste con cinta de raso. Al interior luce un vestido celeste con puntilla y cinta de raso y debajo batita y pelele de algodón blanco. Cubre los pies con medias de lana tejidas en blanco y cinta de raso.
Fabricación Effanbee, Estados Unidos.
Modelo Walktalksleep.
40 x 15 x 18 cm.
Contiene inscripción con tinta a mano en la espalda: “Bochita. Bs. Aires 1927” MHN 3919


Detalle del saco que viste la muñeca con el nombre de esta: “Bocha”. 
MHN 3919


Condecoración "Orden Francisco Miranda”, Venezuela, otorgada a Dora Isella Russell. Sin datos de fecha.

Sin fecha
Oro amarillo pulido 
2 x 1 x 0,2 cm.
MHN 3919

De niña a mujer. Escritura y trayectoria profesional 

Russell nació en Argentina, de madre de ese origen y padre uruguayo. La familia se instaló en Montevideo con su familia en los años treinta, y Russell se educó en la “Escuela y Liceo Elbio Fernández”.  A los cien años de la institución (1969) Russell participó de la conmemoración del aniversario y recibió una medalla que conservó hasta el final de sus días.


Medalla "Centenario del Elbio Fernández. De amigos de la Educación Popular", frente 
1969
Metal blanco y esmalte
3 x 3 x 0,3 cm.
MHN 3919

Culminó sus estudios en el bachillerato de Derecho en 1942 y trabajó como Profesora de Literatura en la sección Agregatura de Educación Secundaria. Posteriormente se dedicó en simultáneo al periodismo y a la poesía.

Su primer libro fue un poemario titulado “Sonetos”. Se publicó en 1943 y le siguió el prólogo a “Peer Gynt” del dramaturgo noruego Henrik Ibsen un año después.

Russell entre 1944 y 1945 colaboró en el ordenamiento y clasificación de los manuscritos del escritor uruguayo José Enrique Rodó (1871-1917) en la Comisión de Investigaciones Literarias bajo la dirección del escritor y profesor Roberto Ibáñez (1907-1978). Se desempeñó como vocal (en una primera instancia junto a Myriam Otero, José Enrique Etcheverry, Carlos Alberto Maggi y Manuel Flores Mora) y se encargó de la clasificación de la correspondencia dirigida a Rodó. Esta fue la primera iniciativa de creación de un archivo literario en la órbita oficial, en 1945. 

La relación de Russell con la figura de Rodó se vislumbra también en una medalla que conservó de la  inauguración del Monumento a "José Enrique Rodó", que realizó el escultor José Belloni (1882-1965) en 1947.


Medalla de frente y dorso, "José Enrique Rodó. 1871-1917" de la "Comisión Nacional del Monumento a Rodó. Inauguración del monumento. 27-II-1947”. Firmas “Tammaro” y “Belloni" 
1947
Fundición Tammaro
Plata
5 x 5 x 0,4 cm.
MHN 3919

Russell publicó en los años cuarenta “El canto irremediable” (1946) que fue destacado por el Ministerio de Instrucción Pública y Seguridad Social, en el concurso oficial de Remuneraciones Literarias para la producción de ese año. 


Diploma entregado por el Ministerio de Instrucción Pública y Previsión Social a Dora Isella Russell por su obra “El canto irremediable”.
Papel impreso con inscripciones en tinta
1946
35 x 26 cm.
MHN 3919

En 1949  salió a la luz “Oleaje”, que en su segunda edición incluyó el epílogo de Juana de Ibarbourou (1892-1979). A esa obra le siguieron: "El otro olvido" (1952), "Antología poética" (1952) y "Del alba al mediodía" (1954).
En esa época Russell produjo varios ensayos sobre Juana de Ibarbourou que aparecieron en la “Revista Nacional” entre 1947 y 1948. En 1951 publicó un estudio biográfico completo dedicado a la poetisa de América.  


Detalle ampliado del ex-libris Dora Isella Russell, en contratapa de  Dora Isella Russell “Juana de Ibarbourou”. Montevideo: Talleres Gráficos Impresora Uruguaya, 1951. 
MHN 3215 
Colección Barbagelata Biblioteca Americanista

La escritora fue al mismo tiempo su amiga, confidente, discípula y secretaria, a quien Juana de Ibarbourou legó por testamento el beneficio del cobro de los derechos de sus obras. Asimismo, en vida ésta le encomendó el ordenamiento y custodia de su archivo literario. 

El afecto y la estrecha relación entre ellas se evidencia en un poema escrito por de Ibarbourou en homenaje a Rusell, que apareció publicado en un apartado de la “Revista Nacional”(3). Aquella exalta su figura con los siguientes versos: “De castillo con brumas./ En el parque, y lejanas./ Pupilas de dulzura./ Un vestido de plata,/ Un largo velo blanco,/ Un foso, espejo oscuro,/ Y el puente siempre echado./ Dora Isella: en la noche./ Los cascos de un caballo,/ Y una canción al viento,/ Bajo el balcón cerrado…/ ¡Dora Isella, del norte,/ Del mundo, entre los pinos!./ ¡Que recubre la nieve! (...)/ Dora Isella:¿Tú sabes si eligieron madrina/ Para ti, entre mujeres?/ ¿Qué signo te domina?”(4) 

Dentro de sus relaciones con otros literatos participó en la fundación de la “Asociación Uruguaya de Escritores”  -AUE- (1948) y se desempeñó en el cargo de Secretaria de Actas entre 1948 y 1952. A su vez fue conferencista sobre temas de literatura en Uruguay, en la Argentina y en Chile. Para estos países fue enviada en misión oficial por el Ministerio de Instrucción Pública. En 1954 fue la secretaria de la Comisión, instalada por aquel Ministerio, que organizó  las celebraciones por el aniversario de la muerte de la poetisa María Eugenia Vaz Ferreira. 

Ese año publicó su libro “Los barcos de la noche” (1954). Esta obra fue nuevamente reconocida por el Ministerio de Instrucción Pública y Previsión Social como “la producción literaria del año” en el Concurso de Remuneraciones Literarias, mediante un diploma que le entregaron en 1957. 

El crítico Domingo Luis Bordoli resaltó el narcisismo y el sufrimiento como elementos predominantes en la poética de Russell.  De su tendencia a expresar el sufrimiento destacó que la poetisa  “mimaba sus lágrimas y heridas”(5) y señaló su gusto por la elegía (composición poética que lamenta la muerte de una persona o de una situación desgraciada). En cuanto a su “yo interior” y su vocación solitaria en el poema VII de “Los barcos de la noche” la escritora deja en claro: “He sido, en soledad, la constructora de mi desesperanza y mi muralla./ Un reclamo de amor que no se acalla/ me muerde el corazón hora tras hora.”(6)

La prensa con rostro de mujer

Russell trabajó en la prensa en varios medios nacionales e internacionales. Dentro del periodismo nacional fue corresponsal de la revista "Mundo uruguayo" y destacó por su trabajo y dirección dentro del Diario “El Día”, donde escribió cientos de artículos para el Suplemento Dominical (1932-1989), que tuvo un perfil mundano y abarcó también materias de “entidad:  historia y arqueología, geografía y viajes, literatura y crítica, ciencias naturales, artes plásticas”(7).

En ese medio publicó artículos entre 1950 y 1980. En 1969 asumió la Dirección del Suplemento, cargo que mantuvo hasta su clausura, en 1989. En esta publicación escribió con diversos seudónimos: “D.I.R”, “D.W”, “P.S.”, “P.W.”, “S.F.”, “S.W.” y “Wriothesley”.

 La mayoría de las notas de su autoría estuvieron relacionadas con las letras y sus autores (Gustavo Adolfo Becquer, Víctor Hugo, Charles Baudelaire, María Eugenia Vaz Ferrerira, Delmira Agustini, José Enrique Rodó, Pablo Neruda, Jorge Luis Borges, por mencionar algunos), pero también escribió sobre historia, realizó crónicas, recensiones y noticias sobre arquitectura, urbanismo, barrios, esculturas,  música, museos, personajes históricos. Dedicando un lugar preponderante a la familia Batlle-Pacheco, escribió sobre Matilde Pacheco, José Batlle y Ordónez, Ana Amalia Batlle Pacheco, entre otros. 

Muchos de estos artículos tuvieron como tema a personajes femeninos entre los que hubo tanto mujeres del pasado como contemporáneas, con un énfasis en figuras americanas. Así salió publicado en el suplemento: “Mujer y destino. Margarita Xirgu” (1956); “La mujer en indonesia” (1959); “La vanguardia intelectual de las hermanas Luisi” (1959) “Mujeres de América. Lucila Palacios novelista” (1960); “Las mujeres de Puerto Rico” (1962); “Las mujeres de nuestra antigua América” (1966); “Mujeres de América. La insigne venezolana Teresa Carreño” (1967); “Mujeres de nuestro tiempo. Indira Gandhi” (1968); “Mujeres y libros” (1969).


Medalla conmemorativa de los 100 años de El Día con las leyendas:  "José Batlle y Ordóñez 1856-1929" y “100 años del El Día. 1886-1986"
16 de junio de 1986
3 x 3 x 2 cm.
MHN 3919

Dirigiendo un Museo

En la última etapa de su vida, entre 1972 y 1981, se desempeñó como Directora del “Museo y Escuela Cívica Juan Zorrilla de San Martín”. Russell continuó en esa labor, después del golpe de Estado, cuando se instauró la última dictadura civil-militar (1973-1985) en el Uruguay.

Dentro de la documentación que se consultó sobre su gestión en el Museo, se reconoce que la misma se encargó de “exaltar de forma permanente la personalidad literaria y cívica del Dr. Juan Zorrilla de San Martín” (8). En su labor se encargó de organizar visitas guiadas a escolares, proyectó encuentros culturales y conferencias sobre la obra de Juan Zorrilla de San Martín (1855-1931). Al mismo tiempo, publicó una Revista, creó y organizó la Biblioteca, proyectó homenajes al escritor en fechas de aniversario, redactó Memorias Anuales y solicitó mayores recursos económicos para la institución. 

Russell resulta un ejemplo de lo que la historiografía reciente plantea sobre los cargos desempeñados por civiles en dependencias públicas luego del quiebre institucional del 27 de junio de 1973. Este fenómeno da cuenta de una continuidad entre la gestión pública del gobierno dictatorial y la del período anterior. Asimismo, el régimen dictatorial impulsó un proyecto cultural que se desarrolló en toda su extensión durante el año de la orientalidad (1975) y en el reforzamiento del culto de Artigas en su faceta militar, que tuvo su culminación en la inauguración del Mausoleo (1977) en la Plaza Independencia. Se requiere de una investigación más amplia -que escapa a este propósito- para profundizar sobre la política museística que se desarrolló en ese proyecto para comprender la gestión de la dirección del Museo Zorrilla.

Queda como pregunta si el silencio y la ausencia de Russell dentro de las figuras femeninas destacadas de las letras uruguayas que se recuerdan en la actualidad se origina en su vínculo con la última dictadura. Muchos son los vacíos en nuestro conocimiento de su figura, su pensamiento político e incluso el devenir de su vida, más allá de lo que las piezas existentes en el museo y algunos otros vestigios hallados permiten indagar. Así sucede con muchas figuras femeninas, no sólo las que permanecieron en una esfera privada, sino quienes se destacaron en diversos momentos como figuras públicas, profesionales, periodistas, escritoras o poetas como es el caso de quien referimos en esta nota. 

Prof. Laura Irigoyen 

 


 


(1) Carpeta 3919, del Archivo Antecedentes e Inventarios. 

(2) Nota de la Abogada Jacqueline Barreiro Ruis, del 19 de septiembre de 1991 remitida a la Directora del Museo Histórico Nacional la Profesora Elisa Silva Cazet, Carpeta 3919, Archivo Antecedentes e Inventarios.
(3) Dora Isella Russell. “En un nuevo aniversario de la consagración de Juana de América” Montevideo: Impresora L.I.G.U., 1947.
(4) Dora Isella Russell. “En un nuevo aniversario de la consagración de Juana de América” Op. Cit., p. 3.
(5) Domingo Luis Bordoli. “Antología de la poesía uruguaya contemporánea”. Tomo II. Montevideo: UdelaR Letras Nacional, 1966, p. 123.
(6) Dora Isella Russell. “Los barcos de la noche” Montevideo:Impresora Uruguay, 1954.
(7) Luis Alberto Musso. “El Día. Autores del suplemento. (II) Dora Isella Russell” Montevideo: Biblioteca Nacional, 1996. En el índice de artículos el autor contabiliza mil publicaciones de su autoría.
(8) Documentación del Archivo Institucional del “Museo y Escuela Cívica Juan Zorrilla de San Martín”, MHN.

Sábado 27 de Marzo de 2021
Ministerio de Educación y Cultura