El 25 de agosto de 1825 los representantes de los pueblos orientales en rebelión ante la administración brasileña de la llamada “Provincia Cisplatina”, reunidos en Florida, declararon “írritos, nulos y disueltos para siempre todos los actos de incorporación, aclamaciones y juramentos arrancados a los pueblos de la Provincia Oriental” por los que había quedado incorporada al Imperio del Brasil.

A esta declaración de independencia, siguió la voluntad de unión de la Provincia Oriental a las demás de la América del Sur, reunidas en Congreso en Buenos Aires.

Estas dos son las “leyes fundamentales” de la Provincia. A ellas se agregó la ley de pabellón, que establecía el uso de una bandera “azul, blanca y punzó” hasta la aprobación del pabellón definitivo del estado que determinara el Congreso de las provincias del Río de la Plata.

Declaratoria de la independencia, 25 de agosto de 1825.
   Asamblea de la Florida
   Eduardo Amézaga
   Óleo sobre tela, 1943 - 1947.

En el cuadro de Amézaga pueden verse los distintos delegados y el presidente de la Asamblea de la Florida. El pintor reconstruyó las fisonomías de los delegados a partir de los retratos existentes en el Museo Histórico Nacional, tomados del natural por Amadeo Gras, Cayetano Gallino y Eduardo Carbajal.

El cuadro obedeció a la necesidad de ilustrar los principales acontecimientos de la historia de la conformación del país, hechos sobre los que había un considerable repositorio documental manuscrito e impreso, pero ningún registro gráfico.

En 1941 durante la presidencia de Alfredo Baldomir por intermedio del Ministerio de Instrucción Pública y Previsión Social (*), se llama a concurso entre artistas nacionales exclusivamente, para realizar una tela al óleo que represente la “Sala de Representantes de la Provincia Oriental en la sesión celebrada en la Villa de la Florida, el 25 de agosto de 1825”.

El jurado integrado por personalidades de la talla de Juan Pivel Devoto, José Luis Zorrilla de San Martín, Pedro Argul entre otros, declararon desierto el 1er. premio. Por lo tanto, la obra será encomendada a Eduardo Amézaga, quien ganara el 2º premio, bajo el seudónimo “Homero Díaz”.

La elaboración de la obra de gran porte a partir del boceto presentado para el concurso, demandaría un tiempo más prolongado que el estipulado en las bases, desde 1943 a 1947, con la finalidad de que el artista lograra “madurar la idea”.

 

(*) Copia autenticada de la resolución del Ministerio de Instrucción Pública y Seguridad Social del 15 de octubre de 1941. Museo Histórico Nacional. CI 1458, foja 5.

Viernes 22 de Agosto de 2014
Ministerio de Educación y Cultura